EDUCACIÓN – RELIGIÓN Y POLÍTICA

El poder para afianzar su supervivencia, siempre ha asignando especial importancia a la educación.

Con el paso de los regímenes de distintos signos políticos, la educación se ha tornado más formadora, obsesiva por alguna materia, más o menos democráticas, más autoritaria o incluso ha habido experiencias libertarias.

Las iglesias de cualquiera de sus divisiones doctrinales también ha otorgado mucha importancia, a la educación, siendo colaboradoras directas del poder no pueden descuidar esa veta de adoctrinamiento y de captación de fieles e incluso transformarlo en un negocio muy rentable con la educación en centros privados y concertados (con dinero público).

La línea de unión de esas dos características, hace que la educación sea un tema de política social, (educar para promover ser mejores personas), se transforme en un problema político de poder. O dicho de otro modo un tema de Estado.

Con el advenimiento del fascismo global y de la proliferación de los grupos de extrema derecha o fascistas, la educación no podía ser desconocida, ya que en la manipulación de los niños, es mucho mas sencilla para inculcar fundamentelismos homofóbicos, intolerantes, racistas etc. Contando además con la colaboración de los padres cooptados con toda una parafernalia adoctrinante con cualquier recurso que hiciere falta: falsedad en la información (fake news), tradiciones culturales obsoletas, presión mediática, y como no podía ser de otra manera las religiones.

Las religiones en general, en su cruzada por su negacionismo evolutivo, recurren a lo más rancio de su argumentario moral. En él cabe todo lo que vaya en contra de la evolución de las personas como seres libres, seguros, empoderamiento de la femineidad y el reconocimiento de los géneros, etc.

Queda en evidencia el interés ideológico de todos estos sectores para que, en convivencia con el poder, tratar de postergar los cambios que en su evolución se van dotando.

Resulta reveladora la actitud de sectores de la Iglesia católica, sectas evangelistas y demás, su obsesión por ejercer oposición frontal a nuevas convivencias populares como:

– colectivos LTGBI.

– conductas homosexuales

– educación sexual en las escuelas.

– personas de distintos países

– cualquier comportamiento en general que lleve al se humano a ser más libre.

Es atendible el nexo que une a la educación con la política, y en consecuencia el poder.

Los partidos políticos cuanto más reaccionarios (ultra derecha o simplemente fascistas) más están a favor de entorpecer cualquier avance en la educación. Ejemplos como el “pin parental”, usando a la formación como un ariete para tener protagonismo social, solapando torticeramente todas las contradicciones que no pueden superar: seguir siendo los representantes de la mayoría de las maldades que amenazan al planeta, a la vida, y a la evolución del ser humano como un ser digno de su especie.

…………………………………………………………………………………………………………

Este escrito es un fragmento del libro “ANARQUISMO HOY” que estoy escribiendo.

www.horacio-suarez.com